Los Fundamentales de Félix Orgaz Botejara

Los_Fundamentales_FOB_01

Autora: Mª Antonia Moreno Mulas

Dice Félix (y dice bien) que uno es lo que ha escuchado, lo que ha visto y lo que ha leído. Por ello ha sido tan difícil para él ceñirse a un espacio con dimensiones espaciales concretas: son muchos los autores, las obras, las historias esenciales. Seleccionar unos y descartar otros le parecía un desplante injusto.

Félix Orgaz Botejara, peñarandino y artista autodidacta, está convencido de que el arte es una forma más de aproximarse al ser humano, de ejercer la solidaridad. Por ello, en sus lecturas encontramos versos para cuidar el alma o zarandear conciencias; textos que son fieles retratos de la sociedad de ayer y de hoy; y palabras hermosas que cuentan, bailan o agitan.

Los_Fundamentales_FOB_02

En total, una treintena de obras que Félix ha plasmado plásticamente, y que ha ampliado con imágenes que se pueden ver en la pantalla: autores a los que no quiere desairar, y fotografías de la actualidad que se inmiscuyen en este oasis de humanidad y nos despiertan. La reivindicación de Los Fundamentales de Félix no pasa desapercibida; es, en realidad, una llamada a la acción solidaria. Pero además la música y el cine, las otras grandes pasiones de Félix (que le llevaron a grandes sorpresas literarias) están muy presentes en letras de canciones o en el recuerdo de la mítica Marilyn Monroe, a la que él humaniza recuperando sus Fragmentos y su nombre: Norma Jean. Porque Marilyn para Félix es Norma Jean, la mujer extremadamente inteligente que fue utilizada e incomprendida, la lectora de culto.

Los_Fundamentales_FOB_04

Estos son los autores y obras esenciales de Félix:

  • El amor en los tiempos del cólera. Gabriel García Márquez
  • Love, Marilyn. Dirigida por Liz Garbus.
  • Fragmentos. Marilyn Monroe, Norma Jean.
  • Sala de espera. José Luis Sampedro
  • Poemas de Emily Dickinson
  • Platero de Juan Ramón Jiménez
  • Las pequeñas memorias. José Saramago
  • Las Nanas de la cebolla. Miguel Hernández
  • Los miserables. Víctor Hugo
  • Intensamente vivo. Facundo Cabral
  • Eso era amor. Ángel González
  • Dato biográfico. Ángel González
  • Piedra negra sobre una piedra blanca. César Vallejo
  • Huesos. Mario Benedetti
  • Quien me habita. Gabriel Celaya
  • Rimas sacras. Lope de Vega
  • Aventuras de Huckelberry Finn. Mark Twain
  • El Principito. Antoine de Saint-Exupéry
  • Soy ya tan viejo. Un canto de perdón. León Felipe
  • Proverbios y cantares. Antonio Machado
  • Piececitos de niño. Gabriela Mistral
  • Amor constante, más allá de la muerte. Francisco Quevedo
  • El cartero de Neruda. Antonio Skármeta
  • El tango de la Guardia Vieja. Arturo Pérez-Reverte
  • Paz en la Tierra (Juan XXIII)
  • Oda al Pan. Pablo Neruda
  • En esta tarde gris. Tango, 1941. José María Contursi.
  • Niños con capacidades especiales. Pablo Pineda.
  • El Quijote. Miguel de Cervantes
  • Quise llorar con ellos. Ángel Rodríguez Díaz
  • Libertad. Luis Eduardo Aute
  • A quien corresponda. Joan Manuel Serrat
  • Pensamientos. Rabindranath Tagore
  • Palabras para Julia. José Agustín Goytisolo
  • Versos y prosa. Blas de Otero.
  • El Roto.
  • Amor, tango, poesía, sentir, humanidad, vida.

Los_Fundamentales_FOB_03

El espacio de Los Fundamentales ha reinventado el antiguo rincón de las obras de referencia y consulta en papel de la Biblioteca; una sección y un fondo que durante mucho tiempo fueron fundamentales. Pero el cambio es imparable y zarandea, como las obras esenciales de Félix y, al caer en desuso obras y sección, este espacio se ha recuperado como lugar de encuentro y conversación en torno a la lectura. Los Fundamentales se enmarca en Nubeteca, el nuevo concepto de Biblioteca del Centro de Desarrollo Sociocultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Un nuevo lugar para sorprenderse y realizar descubrimientos inesperados, de la mano de lectores que comparten sus lecturas con otros lectores. Un nuevo lugar que amplía sus límites espaciales y temporales buscando conexiones en la nube, a través de las RRSS, de Pinterest, para conversar con lectores de todas partes.

Publicado en En portada, Los Fundamentales | Deja un comentario

Con la cabeza en las nubes y los pies en el suelo

José Luis Sánchez        @JLBracamonte

Biblioteca Humana. FGSRCDS
El libro ha sido durante siglos el principal vehículo de transmisión cultural. Ya no lo es, pero se ha convertido en un icono, en un elemento sagrado de las sociedades modernas. Aún conserva esa pátina de objeto de culto, de relicario del saber y todavía prestigia a quien lo posee: un libro en una mano, un bastón de la otra, unas gafas, a poder ser redondas, barba cana y una capa charra pueden hacer pasar a un iletrado por un venerable intelectual, siempre que sea capaz de mantener la boca cerrada. Durante mucho tiempo, hemos exhibido los libros que poseemos como un indicador de nuestra vasta cultura: una visita no podía marcharse de casa sin conocer nuestros estantes repletos y sin ver el álbum de las últimas vacaciones familiares. Es la forma más segura de alabar nuestro ego, aunque también de hartar a las visitas. Sea como fuere, el libro goza de tan merecida fama, que hay pocas cosa que levanten tantas ampollas como deshacerse de uno. Sobre todo si los libros pertenecen a una biblioteca pública. Poco importa que sean inadecuados, estén rotos, o contengan informaciones obsoletas, un libro es un libro, y pareciera que se atentase contra la línea de flotación de la cultura occidental, cuando por razones meramente profesionales, los retiramos de las estanterías.

No digo que sea una decisión fácil, pero considero que es necesaria en relación con algunos apartados de la biblioteca: por ejemplo, las obras de referencia son cada vez menos consultadas, su información resulta cada día más desfasada, entre otras cosas porque ni siquiera las editoriales actualizan ya sus contenidos. Parece que la odiosa “apendicitis” está en vías de ser erradicada de nuestras bibliotecas. La bendita Wikipedia resulta más accesible, contiene más información y menos errores, está permanentemente actualizada, puede ser consultada desde cualquier lugar y no cuesta dinero. Las ventajas son pues, evidentes y no únicamente para los usuarios. Como bibliotecas nos estamos ahorrando una buena cantidad de dinero que puede ser destinada a financiar otros servicios. Al fin y al cabo, como intermediarios entre la información y el público, lo de menos es el soporte y lo de más el contenido, esté donde esté. Pues resulta que ahora, el contenido está en la nube y allí parece que tiene acomodo para largo, por lo que tender puentes, propiciar accesos, eliminar barreras tecnológicas y lograr que la información fluya sin problemas han de ser nuevas tareas que asuman los bibliotecarios del presente que quieran serlo también del futuro.

Conceptualmente, esas tareas son las que hemos hecho siempre, pero existen diferencias sustanciales entre el hoy y el ayer: posiblemente, la más importante sería la dificultad de uso de dispositivos diferentes con distintos sistemas operativos y particularidades técnicas que pueden resultar una barrera insalvable para algunos de nuestros usuarios. La segunda, una oferta todavía escasa y poco adecuada a los gustos de los lectores en las plataformas de descarga legal, a lo que se unen dificultades de acceso impropias del mundo virtual: no es normal que haya que esperar por leer una obra en digital alegando que está prestada, o que lo más atractivo de los catálogos suela llevar un sobrecoste adicional que se une al desorbitado precio de los libros electrónicos.

La respuesta desde la biblioteca de Peñaranda a estos retos se concreta en el proyecto Nubeteca, una decidida apuesta por la lectura en formato digital y por la captación y capacitación de lectores en el nuevo entorno. El usuario se convierte en el centro del universo lector y la accesibilidad a la información contenida en la nube, en una acción prioritaria para el bibliotecario. En este contexto, ha de producirse una intercomunicación en dos direcciones: la bajada de contenidos por un lado y la autopublicación por otro:

  • Diferentes acuerdos de la biblioteca con iniciativas públicas de lectura digital, como eBiblio, o alianzas con empresas de contenidos digitales como 24symbols u Odilo, que en una estrategia conjunta junto a la Diputación de Badajoz y nuestra propia biblioteca, están configurando la oferta lectora de Nubeteca.
  •  La tarea de detectar escritores locales y animarles a publicar sus obras puede ser uno de los alicientes para el público y la formación para conseguirlo, un servicio estable de la biblioteca, gracias el acuerdo con Bubok, plataforma de autopublicación.

069_Quintin_Teresa_jesus

Nubeteca está potenciando también los clubes de lectura en la nube, en los que el lector interactúa con el autor de la obra y con otros lectores, a veces alejados geográficamente varios centenares de kilómetros.

Para bien o para mal, las bibliotecas del futuro no necesitarán mayoritariamente libros físicos. Esa inmaterialidad nos asusta, nos inquieta, pero a la vez nos hace aterrizar en una realidad incontestable y no abre el camino hacia la Biblioteca de Babel, total e ilimitada, que imaginó Borges. Por eso, el proyecto Nubeteca ha intervenido también en el espacio de la biblioteca, con propuestas innovadoras que buscan un nuevo diálogo entre servicios y usuarios. A medida que los libros van desapareciendo del lugar que ocuparon, los espacios se transforman para situar al lector en una nueva dimensión lectora, bien sea convirtiéndose en una ITV digital para testear y habilitar los dispositivos lectores para su correcto funcionamiento, o bien generando un rincón al que se ha denominado Los Fundamentales, como recuerdo de que hasta hace muy poco, estaba ocupado por libros indispensables para cualquier biblioteca, como son los diccionarios, y las obras de referencia y consulta.

091_DipBadajoz_2_3_junio_2015

Tras el ejercicio mental que supone para un bibliotecario llegar a la conclusión de que la Wikipedia ha superado con creces la calidad y cantidad de las informaciones que antes se contenían en las grandes obras documentales, los únicos libros que se conservan en dicho espacio funcionan ahora como baldas para contener diferentes objetos. Tan sólo es reconocible su tejuelo, como parte del ADN informativo que de una u otra manera sigue presente en la biblioteca. La idea es que nuestros usuarios, de manera ordenada, seleccionen para este espacio las que han sido las obras fundamentales de su vida lectora, las expliquen a través de un vídeo que se proyecta a tal efecto de forma ininterrumpida, y las muestren de forma original utilizando objetos o imágenes que se exponen en las baldas-libro. Una F gigante, a modo de estantería, albergará las obras elegidas durante el periodo expositivo y mantendrá posteriormente una de cada persona que dé a conocer sus fundamentales, formando de este modo una estratigrafía lectora de nuestros usuarios y conformando igualmente, un espacio de conversación entre los lectores.

031_Los_fundamentales_2015

Es posible que las bibliotecas dejen de contener libros, incluso es posible que dejen de denominarse bibliotecas, pero seguirán siendo indispensables si proporcionan lecturas, imprescindibles si acogen lectores y absolutamente necesarias si transmiten conocimientos y emociones.

Publicado en En portada | Deja un comentario

Sobre sistemas de recomendación ¿Qué libro leo ahora?

redes sociales
Jose Antonio Cordón     @jacordongarcia

Las industrias de la lectura lo son de captación de la atención. La Economía de la Atención ―concepto utilizado por ciertos economistas para informar de las relaciones entre información y atención― consiste en la valoración del recurso que es consumido por la información para llegar a su destinatario: la atención. Un ejemplo de los desarrollos a que ha dado lugar la Economía de la Atención son los motores de recomendación que han sido objeto de una activa competencia industrial, comprometiendo grandes presupuestos. Estos motores, inicialmente, indican que los lectores de tal libro han comprado tal otro, o que lectura de unos contenidos sugiere que pueden ser del gusto del lector estos otros. Este sector se sitúa en el punto crítico del mercado digital: no es necesario que los lectores tengan la impresión de que son manipulados o controlados, ni sobrepasados intelectualmente por las recomendaciones que han de ser muy precisas para que sean aceptadas.

El problema de los editores, y el de las bibliotecas, ha sido siempre el de responder, con la mayor aproximación posible, a la pregunta de ¿qué libro leo ahora? La mayoría de los sistemas desarrollados hasta ahora se basaban en datos de carácter marginal (otros lectores que han comprado esta obra, etc). El modelo que se perfila a partir del uso de los big data permitirá por primera vez tomar como referencia la experiencia desarrollada por un lector individual o por un grupo de lectores (club de lectura), combinando grandes cantidades de elementos para articular un modo y unas prácticas que posibiliten el establecimiento de recomendaciones ad hoc, única manera de fidelizar lectores para las bibliotecas y clientes para las editoriales.

Big data que afectan a algunos de los siguientes parámetros:

Estadísticas por lector
– Obras descargadas
– Obras leídas
– Obras inconclusas
– Obras consultadas
– Anotaciones
– Subrayados
– Exportaciones
– Socialización
– Consultas
– Tiempo de lectura
– Sesiones de lectura
– Géneros

Estadísticas por obra
– Lectores
– Estanterías
– Comentarios
– Anotaciones, etc.
– Obras más populares (por lectores, por intervenciones, etc.)

A partir de estos datos se desarrollan algoritmos de búsqueda e interpretación que permitan articular funcionalidades que le confieran valor añadido a la plataforma y la conviertan en un sitio que proporcione información enriquecida para editores y bibliotecas.

Los sistemas de recomendación actuales adquieren alguna de estas vertientes.

Sistemas de recomendación basados en redes sociales

Generales: Facebook: por ejemplo, libros que recomendarías a un amigo mientras te tomas un café, páginas de autores, editores, recomendaciones y comentarios de otros lectores. Twitter: @librarything. Recomendaciones de otros lectores a partir de su experiencia de lectura.

Especializadas: Entrelectores, Goodreads, Biblioetheka, Anobii. Más ricas contextualmente, permiten recomendaciones del sistema a partir de metadatos de las obras o de opiniones de otros lectores, puntuaciones de las obras, estanterías de otros lectores, categorización de dificultad de lectura (sistema Lexile de Librarything), puntuaciones , etc.

Plataformas de venta: Amazon, Google Play, Casa del Libro, recomendaciones según prácticas de compra de otros lectores, lo que provoca muchas imprecisiones en sus propuestas.

Sistemas de suscripción: 24symbols con sus estanterías permite conocer lecturas recomendadas por otros lectores a partir de elementos gráficos.
Blogs de crítica y reseña de obras: recomendaciones de carácter convencional en las cuales es la opinión del experto la que prima. Versión digital de lo que era la crítica tradicional, aunque aquí se produce una gran variedad de modalidades más heterodoxas. Pero el fundamento no deja ser el del ámbito analógico.

Booktubers: recomendaciones a partir de vídeos colgados en YouTube. Un movimiento emergente muy interesante pero con grandes desequilibrios en la calidad de las contribuciones.

Apps: aplicaciones como Kindle, iBooks, Readmill (ya desaparecida) permiten observar cómo intervienen otros lectores en la obra y por lo tanto sugerir lecturas a partir de las mismas. Amazon da estadísticas y muestras de los textos más populares a partir de la cantidad de elementos subrayados que contienen.

Sitios especiales basados en metadatos: Whichbooks; Smalldemon, Booklamp. Solo sigue vivo el primero, basado en recomendaciones que toman como referencia los sentimientos (feliz, infeliz, bello, feo, con sexo, sin él, etc.) que el lector puede graduar según su conveniencia. Smalldemon y Booklamp recomendaban según un complejo sistema de metadatos que utilizaba todos los hitos (personajes, situaciones, ambientes, objetos, citas a otras obras, emplazamientos geográficos) para buscar obras con un ADN o un grado de similaridad elevado. Booklamp fue adquirida por Apple hace unos meses por lo que, igual que hizo Amazon con Goodreads, seguramente establecerá desarrollos a partir de las experiencias de la empresa.

Desarrollos futuros
Hasta ahora todos los sistemas de recomendación se han basado, en mayor o menor medida, en la medición de datos intrínsecos a la obra, a su circulación y a las prácticas de lectura. La hipótesis de la que se parte es la de que una obra muy leída tendrá muchas posibilidades de ser más leída (Efecto Mateo), hipótesis subyacente en todo tipo de listas de obras más leídas, más vendidas, etc. Lo mismo cabe decir de obras muy compradas, muy comentadas, muy subrayadas. En todos los casos se requiere una intervención activa del lector-comprador, que mediante sus actos determina un conjunto de acciones posteriores. Las expresiones sobre la percepción de la obra parten de la reflexión del lector, del librero, del crítico o del editor, que valoran, de forma introspectiva o mediante la observación, las reacciones que desencadena un título y lo plasman según las condiciones y el contexto en el que se desenvuelve cada uno.

Un paso más en el análisis del comportamiento lector y por lo tanto en la aquilatación de los sistemas de recomendación lo pueden desempeñar las tecnologías ponibles. En este sentido la compañía japonesa Neurowear trabaja en una cámara que graba automáticamente cuando el cerebro ve algo que le gusta.

Neurowear trabaja en diferentes productos con factor común: todos funcionan mediante sensores que leen la actividad eléctrica del cerebro. En el caso de Neurocam, el sensor mide la actividad cerebral en porcentajes. Cuando la persona que lo lleva ve algo que le llama la atención, la actividad eléctrica del cerebro sube poco a poco. Si la medición supera el 60%, la cámara toma un GIF de cinco segundos.

Si el prototipo puede detectar la actividad cerebral en términos de placer/displacer, aplicado a la lectura permitiría detectar aquellos pasajes que suscitan el interés del lector. Trasladando los datos a un sistema en el que fuera posible comparar reacciones, permitiría contar con una gran nube de información acerca de similaridades lectoras en diferentes contextos.

La compañía Virool, especializada en la publicidad a través del vídeo, mide las emociones despertadas en los consumidores de un video en concreto, mediante una tecnología denominada elQ.

La compañía Affectiva, experta en investigación emocional, ha desarrollado igualmente un procedimiento para el reconocimiento facial analizando millones de respuestas a anuncios de diversa naturaleza con la finalidad de categorizar comportamientos predecibles tomando en cuenta la frecuencia de diferentes expresiones en las respuestas faciales. Proximidad, empatía, acercamiento a determinados textos y sobre todo personalización de las recomendaciones en función de los perfiles que se puedan articular constituyen posibilidades por descubrir con estas tecnologías que trabajan a nivel inconsciente y, por lo tanto, con un grado de profundidad mayor que las basadas en manifestaciones e intercambios.

Teksum representa otra tecnología de análisis emocional sumamente interesante por cuanto se centra en los libros y permite conocer los sentimientos que estos despiertan en los lectores en términos del comportamiento de los mismos en diferentes redes sociales, dando lugar a una puntuación que representaría su gradiente emocional.

En definitiva se trata de un conjunto de desarrollos que, sin obviar los más tradicionales, representan el próximo reto que han de abordar las bibliotecas para aproximarse de una manera mucho más precisa a su público lector. Por ello, bienvenida sea la iniciativa de Nubeteca de buscar nuevos caminos para dar una respuesta, lo más pertinente posible, a ese instante en que el lector se pregunta ¿qué leo ahora?

Publicado en Big Data, En portada, Recomendaciones | 2 comentarios

Los Fundamentales de Jose Luis González Macías

Los-Fundamentales

Autor: Jose Luis González Macías

La lista y sus ausencias.

Al hacer cualquier selección siempre se dejan elementos fuera de la lista. Por eso cuando pienso en la propuesta que me hace la FGSR para elegir los libros que considero fundamentales incluir dentro del nuevo espacio Nubeteca, pienso sobre todo en las ausencias. ¿Cómo centrarse en unos pocos títulos si hay tantos cuya influencia sería necesario resaltar?

Quizá más importante que la propia lista, son los criterios de selección para confeccionarla. Y esta lista que he realizado está mediada por algunos parámetros autoimpuestos. He querido huir de los grandes clásicos de la literatura universal, que ya son conocidos por todos y centrarme en obras más o menos contemporáneas, escritas en los siglos XX y XXI. Quizá porque en todas las cuestiones de la vida, sin dejar de reconocer las aportaciones del pasado, prefiero centrarme en el aquí y ahora.

Los_Fundamentales_JLGM_02

Por supuesto que entre las obras seleccionadas hay algunas consideradas obras maestras de la literatura, como Rayuela de Julio Cortázar o La Metamorfosis de Franz Kafka, de las que ya casi nada se puede añadir. Estas son lecturas de juventud que marcaron mis inclinaciones literarias durante mucho tiempo. (Sí, no he incluido nada de Borges o Samuel Beckett… es que a ellos llegué mucho después).

Pero, en esta selección, hay también algunas joyas escondidas que no han sido tan expuestas a las lecturas de los grandes públicos. Franky Furbo de William Wharton, es una fábula increíble situada entre la imaginación desbordante y la crudeza de la realidad. O Cementerio de Pianos, del portugués Jose Luis Peixoto, que escribe una novela circular sobre los grandes temas universales, el amor, la muerte, la familia, el perdón y la culpa. Aquí podría haber incluido algunos más, pero no quedan ni espacio ni tiempo. Ah! sí, tengo otra joya más, El hombre que ya no tenía nada que hacer, de Peter Bitchsel. Son historias para gente sin edad, con un alto grado de surrealismo, juegos de palabras y humor extraño.

Creo que mi relación con la literatura (y con otras tantas cosas) se produce, sobre todo, en la zona de borde. En las fronteras de lo encaja o no dentro de las taxonomías, y siento una especial predilección por lo que no es ni un cosa ni la otra. Esta razón me ha llevado a incluir Ejercicios de estilo de Raymond Queneau como ejemplo de literatura experimental, pero podría haber elegido La vida, instrucciones de uso de George Perec o Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino. También en ese borde se sitúa Cool Memories de Jean Baudrillard, que he utilizado como «aforismos de cabecera» durante mucho tiempo, seducido por el poder de atracción de su lenguaje tan poético como indescifrable.

De todos los libros que he leído, con el que tengo una relación más especial y contradictoria es con El principito de Antonie Saint-Exupèry. Lo he leído en diversas etapas de la vida, desde la infancia hasta la madurez, y de cada vez me afectaba de una forma distinta (del amor al odio). Quizá sea esta la cualidad de los grandes libros; su relectura es siempre distinta.

He querido incluir también algunos ensayos, porque desde hace años alterno esta disciplina con la novela, la poesía o el cuento. Uno es una lectura reciente en forma de reconciliación con la naturaleza y con la vida. David George Hasskel mediante la pura observación me ha reconectado en Un metro de bosque con algo ancestral que se encontraba perdido. También, en ese afán de indagar sobre nosotros mismos, me he interesado por la antropología. Hay algunos libros maravillosamente narrados y divertidos como El antropólogo inocente de Nigel Barley que finalmente no he seleccionado, pero si he incluido Cerdos, Vacas, Guerras y Brujas, donde Marvin Harris disecciona cuestiones culturales tan arraigadas que es difícil cuestionarlas. Incluyo también un libro de John Berger, El tamaño de una bolsa, como ejemplo de un autor que, por sus palabras y su actitud vital, se ha ganado mi admiración. Los ensayos sobre arte de Berger son una disculpa para la confrontación, desde el sentido crítico, con la sociedad de consumo.

Todo adulto que se precie debería leer al menos uno al año. Si no has leído Cuentos por teléfono de Gianni Rodari, hazlo, es magnífico. Pero para la selección he escogido La nariz de Moritz de Mira Lobe, que curiosamente leí en la juventud cuando todos tendemos a huir de cualquier cosa relacionada con la infancia, y que se quedó conmigo para siempre.

Los_Fundamentales_JLGM_03

Afortunadamente, todavía quedan poetas. La poesía ocupa un lugar amplio en mi biblioteca antes de que Ramón Trecet nos dijera repetidamente que buscásemos la belleza. Y aunque han sido muchas las influencias, también recurro a las lecturas de juventud para definir estos fundamentales. Los poemas de Oliverio Girondo me descubrieron en aquella etapa un mundo de palabras y significados, de sensualidad, humor y surrealismo, y ahora me apetece recuperarlos en forma de Antología.

Y sí me queda el cuento. Ese género tan poco valorado pero tan interesante como inspirador. Simplicidad, síntesis, concreción… Dejo estos Ochenta y seis cuentos del catalán Quim Monzó donde lo extraordinario llega de la subversión de las cuestiones cotidianas.

Por último, necesito recomendar algún libro que tenga que ver con la bicicleta. La bicicleta es un artilugio sencillo y maravilloso que para mi representa una posibilidad transformación individual y colectiva. Podría ser ese Elogio de la bicicleta de Marc Augé la obra elegida para reivindicar el ciclismo. O podría ser El ciclista de holandés Tim Krabbé, una novela que indaga sobre la condición humana a partir de una hazaña deportiva.

Los_Fundamentales_JLGM_01

No hay espacio para más. Soy consciente de que me he dejado fuera muchas obras. ¡Así es imposible acertar! Sólo espero que esta selección te haya ofrecido alguna pista… dentro de este infinito mapa de lecturas donde perderse y disfrutar.

01 Rayuela
02 El principito
03 La metamorfosis
04 El hombre que ya no tenía nada que hacer
05 Franky Furbo
06 En un metro de bosque
07 Cerdos guerras vacas
08 El ciclista
09 Cool memories
10 La nariz de Moritz
11 Antología Oliverio Girondo
12 Cementerio de pianos
13 Ejercicios de estilo
14 86 cuentos
15 El tamaño de una bolsa

 Sigue el tablero en Pinterest.

Publicado en Los Fundamentales | 1 comentario

Comprar ebook en las bibliotecas Públicas, algunas recomendaciones

201503_recomendaciones

Autor: Javier Valbuena

Un pliego de contratación para la adquisición de contenidos digitales debería ser una buena excusa para reflexionar sobre qué modelo de biblioteca pública quieres tener y no sobre cómo gastar un dinero que tienes en el presupuesto.

Por lo tanto antes de empezar a redactar, podemos formular algunas preguntas:

¿Los bibliotecarios están dispuestos a desprenderse de parte de sus axiomas?

¿Estamos dispuestos a analizar de manera crítica el uso real de los fondos de una biblioteca más allá de las estadísticas oficiales?

¿La escasez de recurso ayuda a clarificar el modelo de préstamo bibliotecario que queremos hoy?

¿Las redes P2P son activadoras del cambio que debe realizar la industria editorial y los servicios públicos de lectura?

¿La compra de libros digitales en las bibliotecas debe seguir el mismo camino que la adquisición de libros en papel?

¿La suscripción es un modelo vetado en la biblioteca pública?

Estas y otras preguntas subyacen a la reflexión que se debe hacer antes de ponerse a redactar un pliego de prescripciones técnicas por parte de cualquier biblioteca. Sin duda primero es saber qué modelo de biblioteca tienes o quieres, que tipo de público te visita y cual no viene y en función de las respuestas, tomar decisiones en cuanto a qué contenidos digitales y qué modelos de contratación son los más adecuados.

Vamos a describir algunos de los apartados que toda biblioteca pública debe plantearse para poner en marcha un pliego de contratación.

1. Antes de comprar un libro pregúntate cuantos lo van a leer: Los presupuestos de las bibliotecas públicas han sufrido en los últimos años reducciones drásticas que obligan a los responsables de la adquisición de contenidos digitales a analizar algunos datos.

  • Sabemos cuánto nos han costado realmente los préstamos que hemos realizado en la biblioteca en los últimos 5 años?
  • Tiene sentido estar muy preocupados por construir la colección de la biblioteca aunque haya un 70% del fondo que no se haya prestado en los últimos 5 años?
  • Qué sistema de gestión de préstamo digital vamos a poner en servicio para ver que barreras ponemos a los usuarios.
  1. Acceso versus propiedad: Si analizamos los datos anteriores y desciframos las nuevas oportunidades que la tecnología podemos preguntarnos si nuestro modelo de compra se fundamenta en el acceso amplio a la lectura o la compra en propiedad de algunos títulos.
  1. El interés de los lectores condicionan los modelos de compra: El peso que tiene en la demanda de préstamo de ebooks la ficción y no ficción tanto en adultos como en infantil y juvenil, las ciencias sociales, las humanidades, los temas de salud, desarrollo personal, ocio, deporte, …. Deben obligarnos a buscar los modos de adquisición más adecuados para cada caso.

Qué tiene que hacer un responsable del servicio de bibliotecas que quiera comprar libros electrónicos

  1. Armarse de paciencia y tener claro el modelo de biblioteca que quiere
  2. Disponer de una partida presupuestaria para ello: debe aclarar a qué capítulo presupuestario la adscribe: 2, 6 ó 7
  3. Disponer de una cantidad económica razonable para que tenga sentido el esfuerzo administrativo.
  4. Interiorizar los datos de su biblioteca y de los lectores que pueden hacer uso de su servicio
  5. Redactar el pliego contemplando todos los modelos posibles de adquisición de contenidos para luego elegir el más adecuado: propiedad, suscripción, descargas, licencias, pago social, bunling,…
  6. Tener un buen argumentario para convencer a los responsables políticos, servicios económicos y jurídicos de la institución porque todo va a sonar a nuevo
  7. Trabajar en la sincronización de los agentes internos y externos que van a intervenir una vez activado el pliego: empresas proveedoras de contenido, plataforma de gestión del préstamo, servicios de la institución y profesionales de la biblioteca.
  8. Elaborar un plan de formación para los lectores digitales antes de que lleguen los ebooks y las plataformas. Debemos tener lectores digitales competentes en el manejo de la plataforma y en el uso de los dispositivos de lectura: ordenadores, smartphone, tablets o ereders, para que las cifras de préstamo no sean irrisorias y den más argumentos a los detractores de la lectura digital.
  9. Intentar contribuir a que la industria pueda ofrecer precios competitivos para la adquisición de lectores, especialmente ereaders y tablets. Sin una masa crítica de lectores con esos dispositivos especializados para la lectura nos encontraremos ante una dificultad más. Y que la biblioteca compre dispositivos no es buena solución.
  10. Repensar la misión de los profesionales y del espacio físico de la biblioteca.

Animamos a compartir las vicisitudes de adquisición de contenidos digitales por parte de las bibliotecas porque nos puede dar idea hasta qué punto eso nos enseña que solo estamos empezando, pero si se hace bien podemos empezar con buen pie.

Nota. Algunas de las referencias de adquisición de contenidos digitales para las bibliotecas públicas en España:

  1. La Diputación de Badajoz sacó en 2014 un pliego de contratación para la adquisición de contenidos digitales para su red de bibliotecas que se puede consultar en el siguiente enlace . En la adjudicacion ha incorporado por primera vez en España el modelo de suscripción en el préstamo de las bibliotecas públicas.
  1. El Gobiernos Vasco puso también en marcha en 2014 eLiburutegia, arranca la Biblioteca Digital de Euskadi con la adquisición de 25.000 licencias y 20 préstamos cada licenciaPrimer balance de eLiburutegiaReflexión de Txetxu Barandiarán sobre el primer balance
  1. El Gobierno Central en colaboración con varias Comunidades Autónomas puso en marcha eBiblio que según señalan “facilitará el préstamo de 200.000 licencias de 1.500 títulos a los titulares de carnets de Bibliotecas Públicas. Cada licencia permite una media de 28 usos o préstamo único, lo que supone que en esta primera fase la iniciativa posibilitará 5,6 millones de lecturas gratuitas”.Primer balance de eBiblio
  2. El portal cultural Dosdoce ha realizado un análisis sobre la evolución del préstamo digital en bibliotecas, comparando  diferentes plataformas en los siguientes post: Evolución del préstamo digital en España                                                                        Claves del éxito del préstamo digital en bibliotecas públicas
  3. ALONSO ARÉVALO, J. y CORDÓN GARCÍA, J.A. Retos en torno al préstamo de libros digitales en bibliotecas. Anales de Documentación, 2015, vol. 18, nº 1. Disponible en doi: http://dx.doi.org/10.6018/analesdoc.18.1.207171
Publicado en En portada, Nubeteca | Deja un comentario

Autopublicar: leernos unos a otros

201503_gutemberg_nubeteca

Autores: Jose Antonio Cordón y Javier Valbuena

El fenómeno de la autopublicación tiene que ver con la necesidad de contar, de relatar y, sobre todo, de verse publicada, y si es posible editada, que siempre ha tenido la sociedad. 500 años de imprenta, el prestigio de la escritura en los procesos de ascenso social, y la fascinación que los libros han ejercido siempre sobre amplios segmentos de la población, han convertido la publicación en unas de las aspiraciones más generalizadas de todo tipo de sociedades. La prevalencia de la oralidad sobre lo escrito durante muchos siglos de comunicación deber estar inscrita en nuestro código genético y no hay nada más apasionante que tantas historias nacidas de la experiencia y del recuerdo que ahora están aflorando. La tecnología ha permitido dar respuesta a estas aspiraciones, que anteriormente se estrellaban contra el muro infranqueable de las editoriales convencionales, obligadas a una fuerte selección por motivos de estricta supervivencia. La proliferación de sitios de autopublicación, cuya primera expresión son los blog, que a tenor de las estadísticas aportadas por Technoratti, se cuentan por cientos de miles en todo el mundo, no es más que la respuesta a esta necesidad, resuelta brillantemente en el entorno digital.

Lo singular del fenómeno ha llevado al desarrollo de teorías como la del Paréntesis Gutenberg, hablando de la articulación de una segunda oralidad, encarnada en todos estos sitios que continuarían una tradición interrumpida por la imprenta, en la que lo importante son los espacios de conversación y no la formalización de los mismos a través de los rígidos protocolos de lo impreso. La industria editorial, después de un primer momento de escepticismo se ha percatado del importante nicho de mercado potencial existente en este fenómeno y se ha lanzado a su apropiación mediante diversos procedimientos. Bien ofertando sistemas de autopublicación ad hoc, mediante la creación de empresas directamente dedicadas a ellos, bien mediante el desarrollo de filiales o segmentos vinculados con un sello o un grupo multimedia (casos de Apple, Barnes and Noble, Amazon, Planeta, etc.). En estos momentos la autopublicación ha entrado ya en las listas de los más vendidos, asociaciones profesionales de prestigio, como la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción de USA, la han incorporado ya a sus géneros consolidados, y muchas editoriales han encontrado en ella un buen caladero para la búsqueda de originales.

La inserción de sistemas de autopublicación en una biblioteca constituye una oportunidad única para dar voz a todos los que, por cualquier razón, tengan algo que exponer: sus vivencias, sus relatos, sus sentimientos antiguos o recientes, la necesidad de saldar deudas con el recuerdo más inmediato o el lejano, la simple comunicación de una impresión o la aspiración a una obra de más calado. Todo tiene cabida en un sistema libre y abierto, en el que los lectores de la biblioteca pueden ver sus obras publicadas, en el sentido literal de la palabra y circulando por los anaqueles virtuales del sistema, prestas a que cualquiera de sus convencinos o personas de otras localidades puedan leerlas y comentarles. Se dice que todos los escritores son buenos lectores, pero también todos los lectores se pueden convertir en escritores. Ahora es la ocasión de comprobarlo gracias a un servicio innovador y sugerente, mediante el cual los espacios de conversación que toda biblioteca debe de alentar ahora quedaran en negro sobre blanco, en en bits sobre redes. Es la oportunidad de leernos unos a otros.

Publicado en Autopublicación, En portada, Nubeteca | Deja un comentario

Los Big Data deben entrar en la biblioteca

201503_big_data_02

Autores: Jose Antonio Cordón y Javier Valbuena

La información sobre el comportamiento del público lector ha sido desde siempre una de las aspiraciones de cualquier biblioteca, con objeto de poder ajustar la oferta y la conformación de las colecciones a las prácticas de lectura de sus usuarios. Los datos con que contaba la biblioteca para ello provenían, principalmente, de los obtenidos del servicio de préstamo, y en menor medida de las desideratas de los usuarios. La información obtenida de esta manera tenía un carácter elemental (nº de préstamos, tipo de lectura, tiempo de devolución, etc.) que rendía un servicio suficiente, teniendo en cuenta las limitaciones de la toma de información, pero limitado para los propósitos del sistema. La incorporación de procedimientos de minería de datos (big data) gracias a la gestión digital de los contenidos y a sus disponibilidad en formatos electrónicos ha abierto un horizonte completamente nuevo para las bibliotecas que están en disposición de trazar perfiles muy ajustados sobre hábitos de lectura teniendo en cuenta parámetros analíticos muy pormenorizados.

La biblioteca está en la actualidad en disposición de generar sistemas de información complejos que doten de sentido las demandas de los lectores, las respuestas a los mismos y las necesidades de los diferentes agentes que participan en el ecosistema bibliotecario, en cuyo eje se sitúa la biblioteca, tanto desde el punto de vista del suministro de servicios como desde el de la generación de información estratégica. La toma de decisiones basada en datos, ha sido siempre una aspiración de cualquier biblioteca, ahora el problema no es la falta de datos, sino la necesidad de saber gestionar y valorar los mismos teniendo en cuenta la combinación de volumen, variedad y velocidad que ahora adquieren.

En este sentido Nubeteca plantea un entorno de recogida de datos, dinámico y activo, que permite afrontar los elementos clave concurrentes en el ajuste de servicios y colecciones y, sobre todo, en el conocimiento de los perfiles de usuarios. Estos son:

  1. Diagnóstico

La existencia de un sistema de recogida de datos inteligente permite conocer en todo momento el movimiento de las colecciones, las lecturas en curso, la demanda según modelos de acceso, la demanda según sistemas de compra (suscripción, licencia, compra en propiedad, descargas, pago social, etc), el perfil sociodemográfico de los lectores, los tiempos de lectura, la intervención de los lectores sobre las mismas, etc. Un conjunto de datos que permitirán hacer diagnósticos en tiempo real del funcionamiento de los fondos y servicios de la biblioteca. Diagnóstico cuyo valor más significativo es la aportación de elementos predictivos para la conformación del sistema.

  1. Descubrimiento y Recomendación

Uno de los aspectos más vulnerables en la consolidación de las prácticas de lectura es la relacionada con las expectativas del lector respecto a sus próximas lecturas. El descubrimiento y la recomendación se han erigido en factores clave de la actividad bibliotecaria. La respuesta a la pregunta ¿Qué puedo leer ahora? Formulada por los usuarios había sido satisfecha mediante procedimientos más voluntaristas que eficientes, basados en el conocimiento personal o, en todo caso, en clasificaciones genéricas y con escaso nivel de granularidad. Ahora, gracias a las pautas de lectura fijadas por los sistemas de recogida de datos, la biblioteca está en condiciones de desarrollar sistemas de recomendación personalizados, siguiendo las preferencias de lectura y las dinámicas seguidas en las obras previas utilizadas. Pero sobre la biblioteca puede desarrollar una tarea de descubrimiento para colectivos de lectores con perfiles similares. Gracias a la minería de datos, y a las posibilidades combinatorias de variables muy diversificadas, la biblioteca puede ofrecer un abanico de obras novedosas adaptadas a las lógicas de lectura de los usuarios, aunque difíciles de detectar por estos, haciendo de la bibliodiversidad uno de los compromisos de la biblioteca y uno de sus rasgos diferenciales.

  1. Racionalización de las colecciones

Las estadísticas sobre documentos prestados, documentos no prestados, número de préstamos por título, lecturas acabadas por préstamo, lecturas más comentadas, lecturas recomendadas, coste de los títulos, ratio coste/uso, etc constituyen una herramienta fundamental para el establecimiento de una política racional de desarrollo de las colecciones. Hoy esos datos o no existen o no se comparten.

Las decisiones amparadas en los datos aportan a los responsables de la política bibliotecaria elementos de juicio para el desarrollo de análisis, en términos de usabilidad de las colecciones de resultados/inversión, y sobre todo de circulación efectiva de las mismas. Estos datos son válidos no sólo para las bibliotecas, sino también para los editores que pueden contar con información de primera mano sobre el funcionamiento de sus obras y diferentes contextos.

  1. Colaboración con editores y con otras bibliotecas

La obtención de datos que permiten objetivar el comportamiento de las colecciones y de los lectores aporta argumentos inestimables para el establecimiento de vías de colaboración con las empresas editoriales, en la medida en que las informaciones suministradas les permiten ajustar sus propuestas a las expectativas y necesidades de los lectores, y también flexibilizar las propuestas de adquisición de contenidos a las bibliotecas. Asimismo les proporciona un conjunto de estándares para implementar en el proceso de producción y desarrollo de las obras, y fundamentalmente porque la biblioteca se convierte en una ventana de análisis y oportunidades para el editor, un observatorio privilegiado para una planificación adecuada de sus políticas editoriales.

Por otra parte el intercambio de datos entre bibliotecas permitirá la mejora y perfeccionamiento de las herramientas de medición, la adaptación de estas a diferentes contextos sociodemográficos y tecnológicos, y la articulación de un sistema de información que será estratégico para los responsables de las políticas culturales en los diferentes niveles administrativos.

Publicado en Big Data, En portada, Nubeteca | Deja un comentario